Nos encontramos en un tiempo de cambios trascendentales a nivel económico, social y ambiental. En ocasiones, los cambios son el resultado de acontecimientos que no pueden ser predecidos, simplemente ocurren. Es en estas circunstancias, donde aquellos que tienen la capacidad de enfrentar los sucesos con nuevas herramientas, los que se reinventan y no se dejan abrumar por lo sucedido, quienes sacan provecho de lo inesperado.
En el libro La estrategia del Océano Azul del autor W. Chan Kim el autor menciona dos océanos el rojo y el azul, en ellos se reflejan y se clasifican las empresas y las personas.
El océano rojo es aquel donde las empresas y personas basan su crecimiento y sus estrategias en la comparación constante, en los métodos rígidos para desarrollar las actividades y en una forma poco creativa de crecimiento.
Mientras que el océano azul tiene como objetivo innovar y crear formas únicas para impactar nuevos mercados, supliendo así las necesidades que no fueron resueltas antes. Su enfoque es mejorar, crecer y solucionar problemas. Su reto es constante, el cual busca una mejora continua, sin enfocarse en la competencia como punto de partida.
Esta estrategia puede ser implementada en la propiedad horizontal, a continuación te compartiré algunos puntos que hacen parte de una estrategia del océano azul para las copropiedades.
- Innovación en las labores y procesos de la propiedad horizontal.
- Nuevos mecanismos para comunicarse con la comunidad: comunicación digital.
- Automatización de las tareas repetitivas a través de plataformas y programas tecnológicos.
- Implementación de las habilidades blandas y habilidades duras por parte de los colaboradores de la copropiedad.
- Incorporación de herramientas tecnológicas como; almacenamiento en la nube, asambleas virtuales, citofonia digital, plataforma de PQR’s.
- Digitalización en la reservación de zonas comunes.
- Desarrollo de un plan comunicacional.
- Capacitación constante en la implementación de nuevas medidas, decretos y leyes sobre la propiedad horizontal.
- Proponer nuevas alternativas para administrar y comunicarse.
Si bien, esta estrategia ha ayudado a grandes empresas a redireccionar su propósito y sus servicios, la propiedad horizontal es un sector que fácilmente puede implementar este tipo de método, para así, generar resultados que se verán reflejados en copropiedades innovadoras y tecnológicas. De esta forma, el uso de los recursos será mejor distribuido y la comunicación y participación de todos los miembros se evidenciará en nuevas formas de administrar y comunicarse.
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